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Sus orígenes más primitivos se remontan al antiguo Egipto con una salsa similar al actual alioli en el que el ajo y el aceite de oliva eran los principales protagonistas. Más adelante, los griegos tomaron como inspiración la salsa egipcia para hacer su peculiar skordalia, un jugo hecho a base de ajos, patata, nueces, almendras y aceite.

Aunque hubo que esperar al Imperio Romano para el primer alioli convencional. Los romanos propulsaron el moretum que era una mezcla de ajo, queso, hierbas, sal y vinagre. Durante esos tiempos, el ajo era considerado un ingrediente básico que potenciaba las virtudes atléticas de los hombres.

La expansión romana por la península trajo esta tradicional salsa que se popularizó rápidamente en las tierras levantinas. Tras la caída del Imperio y la llegada de los judíos, el moretum evolucionó hacia una salsa sefardí que incorporaba el queso rallado a la receta. Desde el siglo XIII hasta la actualidad la salsa ha ido evolucionando hasta el actual alioli.

Sin lugar a duda, el alioli atesora los sabores típicos del mediterráneo. El aceite de oliva que riega los campos de secano de los pueblos de la costa y el ajo, tan presente en los acompañamientos y cocidos de nuestras playas. Sin duda, ¡un acompañamiento ideal para carnes y legumbres!

En Ensalandia sabemos que el alioli a pesar de tener una historia milenaria, sigue siendo una salsa que gusta, y mucho, y que utilizamos para combinar con una gran variedad de recetas. Nosotros hemos preparado patatas con alioli para que las combines con carnes o pescados. ¡Buen provecho!

Fuente: Olirium.